Las piedras Chumpi, también conocidas como piedras de poder o piedras de los Apus, son un conjunto de piedras sagradas utilizadas en la medicina tradicional andina para la sanación y la armonización energética.

Las piedras Chumpi se originaron en lo que se conoce hoy día en los Andes del Perú, y son consideradas sagradas por los pueblos indígenas que han practicado la medicina tradicional andina durante miles de años. Las piedras son seleccionadas cuidadosamente por los curanderos o chamanes, y se cree que tienen propiedades energéticas específicas que se corresponden con los diferentes Ñawy quna (o chakras) o centros energéticos del cuerpo. Cada piedra Chumpi tiene un tamaño y una forma diferentes.

Las piedras Chumpi se utilizan en terapias de sanación, y se colocan en puntos energéticos específicos del cuerpo para ayudar a equilibrar y armonizar el flujo de energía. También se utilizan en rituales y ceremonias, y se cree que tienen el poder de conectar a las personas con las energías de la tierra, el agua, el fuego, el viento y el cosmos.

Las piedras Chumpi son una herramienta poderosa y sagrada de la medicina tradicional andina, que han sido utilizadas durante miles de años para la sanación y la armonización energética del cuerpo y la mente. Son tejedoras del poqpo (o la burbuja de energía viviente) y su conexión con los centros de energía. 

La sesión se realiza sobre una manta sagrada tejida a mano (que demoró seis meses en realizar) y guardada durante tres meses más, bajo tierra para tomar fuerza de Pachamama.  Encima de este paño sagrado la persona se acuesta en el suelo y se le comienzan a colocar las piedras 'chumpi khuyas' en diferentes lugares de poder. Además la persona es tejida con una 'kuichi watana'  para conectar con la vida y la nación de las estrellas. Además se utilizan otros instrumentos de poder muy importantes para la tradición, como dos piedras jiwalla (meteorito) para sacar la energía pesante de la persona, hueso de salka vicuña para tejer la enegá viviente, plumas de Kuntur (condor) y de An'ka (a´guila) para limpieza, proteger y bendecir.